amores perros que comienzan como un juego de niños y cuento rosa, y terminan en un hospital
martes, 25 de mayo de 2010
Los Amorosos
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre - ¡qué bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.
Jaime Sabines
viernes, 21 de mayo de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
martes, 2 de marzo de 2010
final del principio
- Hé seguido tu vuelo, te he visto pasar,
sábado, 27 de febrero de 2010
prisión roja
Se que la Tierra fue en mi descenso prisión celeste llena de candádos de miel, exilio del alma errabúnda que de pronto se sueña libre, desde entonces mis huesos navegan en los fondos marinos y mi carne cobriza se convierte en oro... alquimia celéste de trasmutar mi carne en alma para convertirme en náufrago cósmico, vagando solo, lóco y perdido;
habitando esta isla solitaria y sin nombre,
que flota y transcurre
en el sueño infantil
de luzbél vencido...
Solo los ojos abiertos al firmamento cual ventánas siderales al infinito, hacia lo profundo y oscuro de mi arcáno.
Sóla mi piel, murálla acuática donde naufrágan los nombres nuevos, sola ésta piel vieja y misteriósa que bebe y salpíca la savia de mis huésos, ésta piel que se arrúga y rája como planéta viejo y deshabitado, lleno de desiertos y sélvas, de montáñas y de valles, de cráteres replétos de fósiles marinos y de iguánas tiésas de tanto sol y frío.
Sóla mi piel lavada de algún pasado diluvio, solo mis dedos aún rojos de luz y mi sangre que riega esta aréna candénte y movedíza que es mi carne...
jueves, 18 de febrero de 2010
sueño que te sueño
Cánticos silenciosos de vírgenes preñadas bostezan en mi recuerdo, coros de Ángeles y Arcángeles borráchos, quemando incienso oran a la entrada de una cueva:
Carne roja
espíritu rojo
Carne Azul "
El Alma en pena rueda rueda y, libre carne, presa alma;
pronto la noche parirá cadáveres rotos de luz ...
Allá en las calles de Frías de un pueblo sin nombre, se desliza el alma, el pueblo soñado de calles y casas de cantera verde,
allá vaga silenciosa empapáda el alma, allá lejos de todo lo que no seas tú, de todo lo que no sea yo.
cabisbája la niebla se arrastra húmeda, Lamiendo mi piel mojando mi sombra.
Bajo el Puente de la calle Aquél retorcida, los pies avanzan, se estaciona el alma, se remójan Las Huellas con la sombra;
Sueño que te sueño
y amo que te amo,
... , Que sueño existes tal vez.
Sé que estás allá donde el sueño oscila matizado de verdes marinos turquezas y de cielo: transitas entre la tierra y la infinita estrella, pero te Escapas al nacer el día hacia El Hondo Ignoto de tus ojos marinos ...
Allá donde reposa el sueño desvelo Pecado
donde se hunde la vigilia al llegar el sueño.
Al llegar bajo el arco del puente, donde resbaló el sueño ininterrumpido, de pronto, se pintó el verde de tus ojos tristes, hermoso rostro, mis Respiros te llevaran donde la niebla no apagará mi aliento.
Pero sé que te irás con la luna al cantar el gallo para despertar donde ahora tienes tu tibio lecho ...
Sé algunas cosas
que te amo y desde siempre busco,
que te hallaré al perder mi nombre,
sé que nuestras carnes Irán al polvo
Y que el viento llevara por siempre tu perfume
- Parecerás hecha entonces de un sueño;
pero te hallaré
y vencerá el espíritu.
Cabizbája la niebla se arrastra húmeda, Lamiendo mi piel, mojando mi sombra, sueño que te sueño,
y amo que te amo,
Porque sueño
Tal vez
que existes.
Catársis álmica
miércoles, 17 de febrero de 2010
rezo y despedida
Llorar queria aún... y árboles nocturnos trepában sobre la luna y estrellas fecúndas copulában con el mar, las flóres, como viudas y solterónas veían sobre de un reloj, ella está en su hamáca fumando y fumando, "quizás falte aguardiente para suspirar..." se le oyó decir; afuera en el pátio, la luz poco a poco refúlge, brujas y duéndes lócos brincan y magnetizan la fuerza de mis huesos fréscos aún...
Tánta espera lo acabó de matar
y la tierra como un inmenso peról
se apresta a cocer.
Catarina llorándo está.
un sueño inconclúso.
Sin nombre y sin casa van los que se saben eternos, sin sandálias ni sudor, sin fatiga transitan los sin nombre;
la dispersión que se hace cordura, y la razón que se vuelve locura. Esta sed, ésta espera, éstas manos y este corazón...